Si existe una Primera Alianza, distinta de la que Dios estableció con el Pueblo de Israel -Antigua Alianza- y de la que culminó con la Pascua cristiana -Nueva y Definitiva Alianza- ¿por qué nunca se oye hablar de ella?
La razón es sencilla. En sentido estricto, el pecado de Adán y Eva supuso una negación a la mano tendida por Dios en signo de Alianza. Quedó frustrada, pero en este enlace podrás comprender por qué razón se puede seguir hablando de ella como de algo real y con importantes consecuencias teológicas:
las bodas, signo de una alianza frustrada pero real.
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